domingo, 26 de diciembre de 2010

Trastorno alimenticio que implica ansiedad, adicciones y depresión

El doctor Alberto Espina Eizaguirre, del Servicio Andaluz de Salud de Torremolinos, ha participado en la última jornada del curso de verano de la Universidad, con una charla titulada "La impulsividad en la bulimia nerviosa".



Bajo el título de La impulsividad en la bulimia nerviosa, ha señalado la baja autoestima como principal factor causante de esta enfermedad. 

La bulimia nerviosa es conocida como un trastorno alimentario grave, pero no es el único, también conlleva muchos otros trastornos añadidos aunque no tan conocidos
Eizaguirre ha mencionado como principales la depresión, trastornos de ansiedad, adicciones y trastornos de personalidad. Por lo tanto, no es suficiente con que el enfermo “aprenda a comer”, sino que es un proceso mucho más complejo. 


Las personas que padecen bulimia nerviosa tienen una conducta impulsiva caracterizada por abusar de sustancias como drogas y alcohol y por ser sexualmente promiscuas , con el riesgo que ello conlleva. 



Con frecuencia también llevan a cabo autoagresiones e incluso pueden llegar al intento de suicidio. El doctor ha afirmado que un tercio de las mujeres que padecen bulimia han sufrido abuso sexual. 



Estas experiencias traumáticas "se guardan en un cofre". Es un hecho tan impactante para la psique que cuando algún estímulo externo les hace recordarlo, la persona "se queda en un estado de estupor" y revive la ansiedad que tuvo cuando sucedió. 



Cuando una persona padece algún tipo de trastorno alimenticio es más vulnerable al estrés, a la impulsividad y a sufrir trastornos afectivos
Además “la malnutrición altera muchísimo la mente”. Esa preocupación por el cuerpo y por el peso le lleva a ayunar, a hacer un uso abusivo de laxantes y en ocasiones de diuréticos. La persona siente hambre, se da un atracón de comida y posteriormente siente una sensación de culpa y ansiedad que le lleva a vomitar. 



Todo ello provoca en ella un aumento de la inestabilidad afectiva y de la impulsividad. Este ciclo bulímico, tal y como ha señalado Eizaguirre, hay que cortarlo y lo tiene que entender la paciente y la familia. 



La impulsividad se da en un gran número de trastornos: afectivos, de personalidad o trastornos de la propia imagen corporal. Es un síntoma importante porque “la persona corre grave riesgos” y hay que “contenerle para que no se dañe por esa impulsividad”.



La bulimia multiimpulsiva es de hecho una de las más graves y una de las que requiere de unos programas mucho más elaborados. Son personas con la personalidad muy alterada y con “un trastorno depresivo muy severo”.



La clave de la impulsividad está en la serotonina, neurotransmisor cerebral encargado de regular el estado de ánimo. Incide mucho en la concentración, en el sueño y en la depresión. Con bajos niveles de serotonina, se dan muchos cambios del estado de ánimo y la depresión siempre está presente. 



Sobrevaloración de la imagen corporal hoy día y la búsqueda de aceptación por parte de los demás
Si yo siento que por dentro no valgo nada, voy a ver “si siendo como la sociedad actual dice que debo ser, alguien me acepta” La persona no se siente querida, siente un vacío emocional e intenta llenarlo con cosas” cuando quisieran llenarlo con afecto” 



El doctor ha comentado los diferentes programas que llevan a cabo en su centro, como terapias de control del vómito o trabajos corporales. A lo largo del tratamiento se toman diferentes medidas para quitar el dolor y sufrimiento al paciente para dar tiempo a que el proceso haga efecto y la persona se cure.



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