Isabell Caro es una joven consumida por la anorexia. Ante la cámara de Oliviero Toscani, posa desnuda. La campaña inaugura, sin acobardarse ante los grandes nombres sobre la pasarela, la Semana de la Moda de Milán.
La anorexia es la enfermedad de origen psicológico con más muertes a su nombre. Según los expertos, entre un 13 y un 18% de quienes padecen esta alteración acaban sucumbiendo en el maltrato al propio cuerpo. En algunos casos, la anorexia conduce al suicidio. Otras veces es el corazón quien no da más de sí y los enfermos fallecen a consecuencia de un paro cardíaco.
“Hace años que me interesa el problema. ¿Quién es responsable de que las chicas padezcan anorexia? Los medios en general, la televisión, la moda. Por eso me parece aún más relevante que una marca de moda trate el tema y apoye esta campaña”, dice Toscani.
El fotógrafo está acostumbrado a la polémica, que sus trabajos para la firma italiana Benetton nunca lograron eludir. Esta vez, No-l-ita, otra marca de ropa, le ha encargado que plasme en imágenes la tragedia del trastorno alimenticio. “Anorexia, no”, reza el cartel que muestra el cuerpo de Isabell Caro: más palabras sobran. Desde que tenía 13 años, esta joven francesa de 27 sufre anorexia. Tuvo una infancia dura, cuenta en su blog, bajo una fotografía en la que, vestida, no impresiona menos que sin ropa.
Lado oscuro en la profesión del brillo
Armani, Versace, Prada. Chanel, Dolce & Gabbana, Dior. Telas, colores, creaciones y, sobre todo, belleza. Quizás sea la magia que desprende la moda lo que le concede ese estatus de intocable, como si pudiera difuminarse al contacto con lo corriente.
“Estamos preocupados porque la moda es una profesión muy poco transparente. Se sabe demasiado poco sobre las condiciones de empleo que muchas modelos han de soportar”, declararon los especialistas británicos a quienes se les encargó el pasado julio examinar la salud laboral sobre las pasarelas.
En 2006, la uruguaya Luisel Ramos y la brasileña Ana Carolina Reston, dos jóvenes modelos, murieron a causa de la anorexia. La moda europea recibió la noticia como el jarro de agua fría que hacía tangibles las críticas ya tantas veces repetidas. A las modelos se las somete a una presión excesiva. Los diseñadores buscan cada vez mujeres más delgadas. El estrés es desmedido, las condiciones de trabajo insoportables. Y con frecuencia se recurre a chicas demasiado jóvenes, más influenciables y fáciles de manejar.
Índice de Masa Corporal
Tras el fallecimiento de las modelos latinoamericanas, las pasarelas europeas y los ministerios de sanidad del Viejo Continente comenzaron a tomar cartas en el asunto.
Dice la Organización Mundial de la Salud que nadie debería tener un Índice de Masa Corporal (IMC) inferior a 18,5, y que por debajo de 17,5 señaliza la existencia de una anorexia nerviosa. A mediados de septiembre, Cibeles presentó sus propuestas para la primavera-verano 2008. Por tercera vez, las modelos que acudían a la cita madrileña estaban obligadas a alcanzar el valor 18 en su IMC.
A España le siguió Italia, donde se aprobó un “código ético” que exige a las modelos ese mínimo de masa corporal y prohíbe desfilar a las menores de 16 años. En Gran Bretaña, los expertos concluyeron que es peligroso que “chicas de menos de 16 años sean presentadas como mujeres adultas”, por lo que las pasarelas les quedan vetadas.
Los ingleses no pedirán a las restantes modelos que pasen por la báscula, pero informarán a las agencias sobre los síntomas a través de los cuales pueden reconocer trastornos alimenticios en sus chicas. En Francia, donde la industria de la moda mueve millones, el ministro de Salud se contentó con una “declaración voluntaria”.
“Todas las mujeres son radiantes”
“Las modelos están francamente mejor, y ellas mismas dicen que se encuentran muy bien”, asegura Susana Moreno, responsable médico en Cibeles. Este año, en Madrid no han tenido que expulsar a ninguna chica. De las cinco que no superaron la pasada edición el examen de salud, sólo una ha vuelto este año. Antes tenía un IMC de 16, ahora de 18,2.
“Me ha dicho que me iba a sentir orgullosa de ella”, cuenta Moreno, “Me ha enseñado el certificado de que había hecho ejercicio físico todo el año y reconoce que se siente mejor físicamente y que ya puede cargar con el peso de una mochila, cosa que antes no podía porque no tenía fuerza”.
En Italia, donde se inauguró este lunes la Semana de la Moda de Milán, los diseños de Elena Mirò ya no son objeto de burdos chistes. Por tercer año consecutivo, la modista demuestra que las modelos pueden pesar más de 40 kg y la moda lucir sobre cuerpos con carne además de huesos. “Todas las mujeres son radiantes” es el eslogan de su desfile.
Luna Bolívar Manaut
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