Explican especialistas que enfrentan consecuencias de alteraciones electrolíticas graves, infecciones, complicaciones gastrointestinales, desnutrición extrema, además del suicidio
Notimex
El Universal
Ciudad de México
Viernes 26 de enero de 2007
Entre cinco y 10% de quienes padecen anorexia en el mundo mueren a consecuencia de alteraciones electrolíticas graves, infecciones, complicaciones gastrointestinales y desnutrición extrema, además del suicidio.
La profesora Gilda Gómez Peresmitré, de la Facultad de Psicología, mencionó que según datos del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM las tasas de recuperación de las personas con este mal van de 40 a 70%, después de dos a cinco años de evolución de la enfermedad.
Destacó que las complicaciones médicas que provoca son potencialmente irreversibles, como retardo en el crecimiento y en el desarrollo puberal, inadecuada adquisición del pico de masa ósea máxima y riesgo de padecer osteoporosis.
Indicó que si bien en México este trastorno de la conducta alimentaria aún no es considerado un problema de salud pública, ya no sólo afecta a mujeres o adolescentes, sino a personas de ambos sexos, cuyas edades oscilan entre nueve y 25 años.
En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que en diferentes etapas de su vida las personas pueden presentar una actitud negativa hacia la obesidad y hacia la comida, dietas restringidas, preocupación por el peso, lipofobia o temor a engordar y distorsión de la imagen corporal.
Todos estos factores pueden originar bulimia o anorexia. De hecho, ya se tienen casos de menores de 13 años con esos problemas; sin embargo, en el país no se cuenta con hospitales públicos que atiendan a menores de edad con este trastorno, subrayó.
Esos factores, aclaró Gómez Peresmitré, no conducen por sí solos a esa patología, "se tienen que combinar con otras condicionantes biológicas, psicológicas y sociales, la depresión o las tendencias suicidas, por ejemplo".
Expuso que en una muestra de ocho mil 673 hombres y mujeres de tres diferentes grupos: pre-puberal (de seis a nueve años) , puberal (de 10 a 12) y adolescencia (de 13 a 19) de escuelas públicas y privadas de la ciudad de México y zona conurbada, se encontró que a los seis años ya hay una actitud negativa hacia la obesidad.
Esas estadísticas, realizadas en el posgrado de su facultad, señalan que 60 por ciento de los pre-púberes encuestados no desean estar gordos porque los obesos son feos, prietos y tontos, es decir, le dan los atributos más negativos a estas personas, detalló.
Hay datos de niños de ocho años con intenciones de hacer dietas, las cuales consisten en dejar de cenar o no comer dulces, "porque están insatisfechos con su imagen personal", puntualizó.
para nosotras eso no nos importa, a veces (la mayoria) queremos morir y esta vida que nos toco no es la mejor http://misamigasanaymia2012.blogspot.com/
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