martes, 7 de diciembre de 2010

Manorexia : Jeremy Gillitzer y otros módelos famosos han muerto últimamente por la Anorexia.

El caso del ex modelo Jeremy Gillitzer, quien tras un cuerpo musculoso escondía anorexia mezclada con bulimia, sacó a la luz un problema oculto; los expertos hablan de un aumento del 44 por ciento en los recientes años

Jeremy Gillitzer se ha pasado 25 años luchando contra la anorexia y la bulimia (Jeremy murió el 1 de junio del 2010 a los 38 años, debido a complicaciones que le causó la anorexia durante más de 10 años. Murió pesando tan sólo 29 kilos.) Hace 10 parecía ir ganando: era modelo de profesión, el trabajo le iba muy bien, tenía el cuerpo bien formado y unos bíceps voluminosos, pero, tras una ruptura amorosa que lo sumió en una depresión, el físico de Jeremy es hoy esquelético.

Cuando tocó fondo el año pasado, a los 36 años, sólo pesaba 38 kilos y tenía el índice de masa corporal situado en la fatal cifra de 12. Tras recurrir a un especialista en trastornos de la alimentación, él hace lo posible por volver a llevar una vida normal .

El ex modelo afirma sentirse asqueado por su aspecto, pero no tiene reparo en hablar de la época en que a diario se daba atracones de comida y luego se sometía a purgas, si eso sirve para abrirles los ojos a los demás sobre lo espeluznante de este tipo de trastornos.

“Quiero evitar que otros acaben como yo. Llevo dos años enfermo de veras, las cosas están peor que nunca y no puedo ni mirarme al espejo”, enfatiza Jeremy, quien vive en Minneapolis, Estados Unidos, y es un caso extremo dentro del creciente número de manorexicos (hombres anoréxicos), a quienes la presión por estar siempre delgados los lleva a someterse a regímenes alimentarios y de ejercicio físico al límite.

Anorexia Masculina
Hoy, se diagnostican más casos de varones anoréxicos que nunca. En los dos anteriores años, el número de hombres con estos trastornos ha aumentado un 44 por ciento, especialmente en la franja de edad que va de los 13 a los 18 años. Normalmente se considera que un 10 por ciento de los casos de anorexia afectan a hombres, pero un reciente estudio estadounidense habla ya de un 25 por ciento de anoréxicos y de hasta un 40 por ciento de bulímicos, en un momento en que el número de páginas “proana”, es decir, que hacen apología de los trastornos alimentarios, ha aumentado un 470 por ciento en un solo año. 
 
El pasado 19 de junio, el modelo Tom Nicon perdía la vida al precipitarse desde la ventana de su hotel en el marco de la Semana de la Moda de Milán. No se trata de un caso aislado. Ocho semanas antes, otro «top model», Ambrose Olsen, se ahorcaba –todos los indicios apuntaban a ello– en su domicilio de Nueva York. Las causas del suicidio no trascendieron y los motivos sólo los conocen en su círculo más íntimo.

Pero en el caso de Nicon, aunque sus allegados se apresuraron a recalcar que afrontaba una dura ruptura sentimental, pronto se comenzó a especular sobre un posible caso de «manorexia» –une en inglés las palabras hombre y anorexia–  llevada hasta las últimas consecuencias. Así pues, el trastorno alimentario parece no entender de sexos, sobre todo ahora que los hombres han entrado con fuerza en el circuito de la moda y de la estética.


Así, cuando se accede a la galería de fotos de Tom Nicon,  las imágenes que se encuentran, ya sea sobre la pasarela o protagonizando campañas publicitarias –las de Burberry o Versace fueron las que más protección internacional le dieron–, se le podía encasillar con facilidad como un  genuino heredero de la estética «heroin-chic»,  anticipada por Kate Moss a principios de los 90, y que en el caso de los chicos se traduce en anatomías andróginas y frágiles, caderas estrechas, vientres cóncavos y facciones aniñadas.

No podemos saber si el modelo Tom Nicon padecía anorexia –su «fragilidad» anatómica podría ser fruto exclusivo de la genética–  ,pero lo cierto es que esta patología se está colando de lleno en el universo masculino y ha dejado  de ser un trastorno «de género» para cebarse con ambos sexos.
¿Los culpables?
Habría que buscarlos en la sociedad y en los arquetipos de «belleza oficial» que algunos sectores se han empeñado en transmitir a través de la moda, el cine, la música o la pequeña pantalla. Como indica la experta, «las causas sociológicas pueden buscarse en los nuevos modelos de hombre que hemos ido forjando desde la opinión pública y que en los últimos años han ido propiciando un ideal de belleza masculino mucho más centrado en el cuidado físico y abanderado por la figura del metrosexual».

Los dedos acusadores más malintencionados podrían señalar directamente a las campañas de ropa interior de firmas como Calvin Klein. Durante años, el diseñador americano se dedicó a reclutar a lo largo del mundo legiones de modelos andróginos alejados de los estereotipos de la época y que pretendían  extender un mensaje de naturalidad. Pero resultaría injusto culparle a él.

Ya en el año 2007, Unilever –la empresa que aglutina firmas como Calvin Klein o Chlóe– prohibía la aparición en sus campañas publicitarias de modelos y actores excesivamente delgados, y recientemente, Francisco Costa, nuevo diseñador de la firma americana, declaraba ante los medios de comunicación negarse a admitir en sus casting a modelos de la talla 0 para sus famosas campañas de ropa interior. La prueba es el fichaje, entre otros, del tenista español Fernando Verdasco, prototipo de deportista musculoso.

Sin embargo, el avance de la «manorexia» parece preocupar en más lugares. Israel ha decidido poner en marcha este año la misma «limpieza» que protagonizó la Pasarela Cibeles y no va a permitir desfilar a modelos que no ofrezcan un aspecto  saludable.  En el caso de las mujeres, es fácil determinar el límite, impuesto por un ICM (Índice de Masa Corporal)  inferior a 18,  pero en el caso de sus compañeros, la ecuación no está tan clara. El doctor Juan González Novarbos –médico dietista del centro Salus Center de Madrid– insiste en que «esa misma fórmula puede aplicarse a los hombres y cualquier valor por debajo de 19 puede resultar insano».


Fuentes:

http://foro.univision.com
http://www.larazon.es/noticia/2479-manorexia-ellos-tampoco-comen

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