viernes, 17 de diciembre de 2010

Ansiedad y depresión, factores detonantes de la Anorexia y bulimia


  • Los trastornos alimenticios han rebasado las fronteras de la edad
Es común que los trastornos alimenticios se asocien con mujeres en etapa de adolescencia
GUADALAJARA, JALISCO.- Los trastornos alimenticios han rebasado las fronteras de la edad. Menores de 10 años son atendidos por las consecuencias del miedo a engordar “Tanto la anorexia como la bulimia, se dan por grados de ansiedad y depresión que los niños tienen en su casa”


Es común que los trastornos alimenticios se asocien con mujeres en etapa de adolescencia, quienes presentan un alto grado de preocupación por su imagen corporal. Sin embargo, el problema ha rebasado las fronteras de la edad, y actualmente existen niños menores de 10 años que padecen anorexia, bulimia o algún otro trastorno de este tipo.



La anorexia es un padecimiento en el cual el afectado come cada vez menos y excluye de su dieta alimentos que considera que engordan. En la bulimia, los pacientes restringen la comida, pero al tener hambre consumen en exceso, lo que los lleva a provocarse el vómito o usar laxantes.



La Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, atendió en diciembre de 2007 a cuatro niños de edades entre los siete y 10 años, a los que se diagnosticó bulimia y anorexia.



Aun cuando la cifra parece insignificante, es un signo de alarma para los especialistas en la materia.



Las cifras de la enfermedad suelen ser poco confiables en el Estado, pues las instituciones privadas no rinden una estadística oficial, como lo hacen los hospitales públicos, por lo que se desconoce el número de pacientes que se atienden de manera privada.



La encargada del área de psicología de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria, Lourdes de la Mora Cornalla destaca que la incidencia de casos en niños se debe principalmente a la dinámica disfuncional en que viven.



“Tuvimos dos niñas y dos niños de entre siete y 10 años, quienes fueron traídos por sus madres. Ellos expresaban que no querían estar gordos, porque mamá nunca fue gorda y porque se burlaban de ellos en la escuela. Para nosotros es un índice alto porque antes no se daba en niños, y menos en un sólo mes”.



Las dos pequeñas presentaron problemas de bulimia, y los dos niños tenían anorexia. El que hayan recibido un diagnóstico oportuno permitió que con tratamiento psicológico y nutricional, sin necesidad de hospitalización controlaran sus problemas alimenticios.



De acuerdo con De la Mora Cornalla, en lo que va del año se han atendido 40 casos de anorexia y bulimia; tres de ellos en niños. Una infante de siete años con bulimia, y dos niños de nueve años con anorexia. Ninguno de ellos requirió ser hospitalizado.



La pequeña no era gorda, aún tenía cuerpo de niña. Su madre trabajaba como edecan y era de complexión muy delgada, por lo que su hija quería parecerse a ella, así que comenzó a vomitar y dejó de comer hasta que su madre se dio cuenta y acudió al hospital.



“Estos problemas, tanto la anorexia como la bulimia, se dan por grados de ansiedad y depresión que los niños tienen en su casa. El que sus padres no estén al pendiente de ellos, que no tengan cuidados, que no se interesen en lo que sienten, son factores para que los niños intenten este tipo de conductas”.



De la Mora Cornalla recomienda a los padres mantener interacción con los hijos, y tener la responsabilidad de inculcarles una dieta balanceada. Cabe destacar que cuando un niño se preocupa mucho por su peso, expresa rechazo hacia ciertos alimentos, deja de comer o come en exceso, aunado a conductas extrañas, quiere decir que algo anda mal, por lo que se debe acudir con un especialista y exponer el caso.

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